El aprendizaje de cualquier deporte está relacionado con un aprendizaje procedimental o técnico consistente en la mecanización de toda una serie de movimientos encadenados, que a fuerza de repetirse, se convierten en automáticos. Esta automatización permite activar, cuando la circunstancias así lo requieren, toda una secuencia de acciones sin que nosotros tengamos que estar pendientes de los pasos que debemos hacer para realizarlas. Por tanto, nuestra atención queda liberada y así podemos centrarnos en los aspectos tácticos o estratégicos, o dicho de otra forma, en la toma de decisiones.